Y no es hasta finales del siglo XVII cuando las fábricas venecianas empiezan a crearlos en gran tamaño y ya sí, formarán parte como objeto decorativo en todos los salones ocupando un lugar destacado.
En 744, hemos vuelto al siglo XVI, realizando una serie de espejos de pequeño formato realizado con tacos de maderas nobles ideales para colocar en las bibliotecas.Haciendo estos espacios muy singulares y únicos, tanto por la profundidad como la amplitud que se consigue.